Automedicacion

Riesgos de la Automedicación

 

No es bueno Tomar un Medicamento porque le haya ido bien al vecino
Un 70 % de las personas que acuden a un centro de salud ha utilizado algún medicamento antes de visitar al médico. Este porcentaje aumenta cuando de habla de mayores de 65 años, y disminuye en los menores de 14.
Para la mayoría, el auto cuidado consiste en la toma de un medicamento; y en casi la mitad de las ocasiones, el elegido es un analgésico para tratar la fiebre: aspirina y paracetamol son, por este orden, los más utilizados. Además, el 87 % de los consultados esta satisfecho con su automedicación.
De hecho, esta práctica -que se enmarca en el comportamiento humano desde el principio de los tiempos- “es adecuada cuando se realiza bajo condiciones de conocimiento y seguridad correctas”, y puede ser muy peligrosa cuando se hace una costumbre o va mas allá de síntomas menores o de corta duración.
Este tema no se puede tomar a la ligera, ya que todos los medicamentos tienen efectos secundarios que hay que tener muy en cuenta. Por eso, auto medicarse no significa tomar a ciegas cualquier pastilla que tengas en casa o compres sin receta, sino emplear el sentido común y utilizar con precaución las medicinas, para lo que es muy importante estar bien informado.
Si decides curarte por ti mismo, debes tener en cuenta una serie de precauciones para cada caso:
¡Cuidado con la Aspirina!
Es la pastilla milagrosa por excelencia y el analgésico mas usado. Pero, aunque resulta bastante inocuo cuando se utiliza con precaución, puede ser peligroso si se abusa de el, dado que puede desencadenar reacciones alérgicas y / o irritaciones gástricas que desemboquen en gastritis o ulceras. En niños, y cuando se sospeche la infección por un virus- en especial el de la varicela-, no debe administrarse para bajar la fiebre, en estos casos, es mas conveniente utilizar paracetamol.
Sin Tos, pero con sueño
Existen cientos de antitusígenos que se venden sin receta y muchos de ellos contienen sustancias como la codeína, que es un derivado de la morfina. Eso quiere decir que alivian la tos, pero también deprimen el sistema nervioso central y la respiración, (entre otras cosas, producen sueños y pueden ser peligrosos si se padece una insuficiencia respiratoria o asma)
Si vas a tomar uno de estos jarabes, recuerde que están reservados únicamente para tratar las toses secas relacionadas con una irritación de garganta, pero no para aliviar aquellas que vienen de los bronquios con flema o mucosidad, porque en este caso la acción de toser es un mecanismo de defensa que resulta muy útil para limpiar las vías respiratorias.
El riesgo de Hipervitaminarse.
Ante el menor síntoma de cansancio, la primera tentación es lanzarse a tomar cocteles de vitaminas. Pero no todos los compuestos que contienen son inofensivos.
La cafeína, presente en muchos de ellos, es un estimulante que puede alterar el ritmo cardiaco y la tensión arterial y, en dosis altas, producir indisposiciones y taquicardias. Además, puede ser peligrosa si uno sufre, sin saberlo, una afección cardiaca.
Otra sustancia con virtudes estimulantes, la vitamina C o ácido Ascórbico, que si bien en principio no es tóxica, puede ser causa entre otras cosas, de ardor de estomago, diarrea y cálculos en las vías urinarias cuando se toma en exceso- un gramo o mas al día-
La vitamina A en grandes cantidades influye en el hígado y puede sufrir cefaleas y dolores musculares. Y un exceso de D repercute en la formación de cálculos (piedras) renales y puede provocar falta de apetito, vómitos e hipertensión.
Laxantes: Por poco Tiempo.
La mayoría de los laxantes son irritantes, y su utilización prolongada no es aconsejable (a veces actúan lentamente, por lo que hay que tener paciencia). Para evitar que produzcan una inflamación de la mucosa intestinal y un efecto rebote con vuelta al estreñimiento, es conveniente utilizar los mas suaves- Salvado de trigo, vaselina liquida o supositorios de glicerina-. Si en cinco días no surten efecto, entonces lo mejor es acudir al medico.
No te toques los Ojos:
Los ojos son unos de nuestros órganos más frágiles; por esta razón, en la mayoría de los casos se desaconseja la automedicación sobre ellos. Según los expertos, aplicar un tratamiento equivocado, aunque sea de carácter local, puede tener graves consecuencias. Por ejemplo: Algunos colirios que se venden actualmente para tratar la conjuntivitis tienen un efecto vasoconstrictor-reducen el tamaño de los mini vasos que llevan sangre al ojo-que podría agravar una hipertensión ocular desconocida. En el peor de los casos, un ojo doloroso puede ser la señal de las más graves de estas hipertensiones, el glaucoma, que se trata siempre como urgencia medica.
Por eso, la automedicación en este sentido debe limitarse a las ocasiones en las que, simplemente, tengamos los ojos un poco colorados. En estos casos, se puede utilizar un descongestionante ocular y la popular agua de manzanilla aplicada con algodón, salvo si la persona es alérgica al polen, porque entonces esto solo serviría para enrojecer los ojos aun mas.
Gotas que nos dejan Sordos:
Con los oídos hay una regla de oro: nunca ponernos nada sin conocer el estado del tímpano.
Si estuviera perforado, las gotas pasarían por la herida y entrarían en contacto con el oído interno, pudiendo provocar sordera. Lo único recomendable es la toma –vía oral- de algún analgésico, hasta que podamos acudir al medico. Además, un dolor de oídos puede indicar una lesión a distancia-infección dentaria o anginas-, donde las gotas no tendrían efecto.
El botiquín Ideal:
Colócalo siempre fuera del alcance de los niños- es mejor bajo llave-, y al abrigo de humedad y calor. Recuerda que debes conservar el envase original de cada medicina, y sobre todo el prospecto, para poder consultar sus indicaciones y su fecha de vencimiento. Si tienes en casa un medicamento vencido, o que sufra algún tipo de anomalía. (Comprimidos rotos o pegados), arrójalos a la basura.
1.       Algodón, gasas estériles, vendas y curitas.
2.       Alcohol y agua oxigenada.
3.       Suero fisiológico enfrasco: para destapar orificios nasales obstruidos por un resfriado
4.       Aspirinas (ácido Acetil Salicílico)
5.       Paracetamol: en supositorios, para los niños.
6.       Un antiácido
7.       Antihistamínicos: contra alergias, urticarias.
8.       Antitusígenos: mejor a base de dextrometorfano (evitar los que contengan Codeína)
9.       Laxantes
10.   Antiséptico con Yodo
11.   Un anti diarreico (carbón activado)
12.   Un anti vomitivo.